Este blog habla de Internet como estilo de vida, por lo que no podía obviar un tema del que se está hablando actualmente: ¿Que pasa con tu vida digital al morir?
En Japón se está popularizando añadir en la lápida del difunto un código QR (códigos de barras escaneables con un móvil). Este homenaje digital permite acceder vía web a información del difunto. (Últimas palabras, vida y milagros, obituario de los familiares…). Hay empresas que ofrecen retransmisiones en directo del funeral vía streaming (a través de Internet) para los familiares que no pueden acudir al sepelio. De momento este servicio tiene más demanda para bodas.
Recientemente Google ha lanzado el “Administrador de cuentas inactivas” que además de borrar las cuentas abandonadas tiene otra utilidad. Permite configurar tus cuentas de Google para que en caso de fallecimiento, se eliminen o preserven los datos que tú has seleccionado. Puedes determinar qué huella digital (Google+, Youtube, Picassa, Gmail, Drive) quieres perpetuar una vez llegado el momento e incluso notificar a 10 contactos tu nuevo “estado”.
Aún no esta disponible para todas las cuentas, aunque sólo será cuestión de tiempo. A algún geek le llegará tarde.
Facebook dispone de un formulario para solicitar la creación de una cuenta conmemorativa a partir de la cuenta del usuario fallecido. Habrá que crear un protocolo para no herir sensibilidades con los “Me gusta”.
Twitter también ha contemplado esta situación aunque sólo para desactivar la cuenta
¿Implantará Klout (índice de reputación online) algo similar? Degradar la reputación online de un fallecido estaría muy feo.
Hoy en día, ya puedes contratar a empresas especializadas el borrado de todo tu rastro digital. Esto implica ceder tus contraseñas de acceso con la garantía de que serán custodiadas y utilizadas sólo tras tu muerte. En un futuro, veremos este servicio incluido en los seguros de defunción.
Existen otras webs, que sin consentimiento directo de la familia, capturan las esquelas de los periódicos digitales y las publican en su propia página. Ofrecen servicios tales como enviar tu condolencia, crear un homenaje, compartirlo en redes sociales (incluida Meneame para ser votada), o encender una vela digital. Me consta que si reclamas retirar una esquela concreta, lo hacen sin poner pegas. Faltaría más.
¿Te has planteado este tema alguna vez? ¿Ta atreves a admitirlo y contárnoslo?
Jo, la verdad es que me has dejado entre espantada y asombrada. Nunca habia pensado en ello, pero muchas gracias porque no era consciente de ello.
Nos volvemos a encontrar Isabel. Como ves, soy muy previsor. ¿Montamos una consultoría de gestión de datos Post Mortem?
Pues mejor que no, da como mal rollo. Te voy a seguir leyendo que tienes una didactica muy buena.
Además de las cuentas de cada una de las redes sociales, como comentas Gorka en tu Post, también hay que destacar las cuentas en servicios de streaming (de música o video) que al fallecer su «propietario» al no ser un patrimonio tangible no esta claro su transmisión.
Las suscripciones son mensuales o anuales y en cuanto se encuentren con una tarjeta cancelada se anularan automáticamente. En los referente a compras digitales (ebooks, apps, programas) es interesante lo que planteas porque aunque no sea un bien físico tiene valor.